Calidad del aire

La mala calidad del aire en México ha sido la causa de 9300 decesos anuales, de acuerdo a las estadísticas de la OMS. El problema ha crecido tanto a nivel mundial que se estima que en 2050 será la primera causa de mortalidad.

Además de los daños a la salud, la mala calidad del aire impacta en el rendimiento laboral, la productividad del campo y la conservación del patrimonio. Todas estas afectaciones conllevan daños económicos tanto a nivel individual como social. En México se ha documentado que las afectaciones a la salud asociadas a la contaminación atmosférica incrementan el ausentismo en el trabajo y las incapacidades laborales, además del gasto en medicinas y consultas médicas de las familias. Derivado de esto, la contaminación atmosférica ha originado costos ambientales anuales de alrededor de 577 mil 698 millones de pesos, equivalente al 3.2% del Producto Interno Bruto, según cifras del INEGI.

Es destacable que en las zonas agrícolas la lluvia ácida y los oxidantes fotoquímicos, ambos derivados de la contaminación ambiental han causado enormes daños en todo el país, entre ellos la reducción de la productividad de 20 municipios de la zona centro de la República Mexicana, donde se estima que durante el 2011 se redujo el cultivo de maíz en 14% y el de avena en 60%. En lo que respecta al patrimonio cultural, se ha identificado un deterioro avanzado, del 10% al 50% en varios sitios patrimoniales que han sido construidos con piedra volcánica, debido a los efectos de contaminantes.

Ante esta problemática, se ha impulsado el desarrollo de Normas Oficiales Mexicanas (NOM) que ayuden a regular los niveles de contaminantes a través de la medición de la concentración de los mismos mediante sistemas y redes de monitoreo, las cuales se rigen bajo la NOM 156-SEMARNAT-2012.

Es importante considerar la vinculación de la gestión de la calidad del aire con la temática de cambio climático y los esfuerzos que se hacen a nivel nacional e internacional para mitigarlo.

Aunque pudieran parecer temas diferentes, la relación que existe entre ellos es, precisamente, la concentración de las emisiones de contaminantes atmosféricos que se han mencionado anteriormente, varios de los cuales son precursores de Gases Efecto Invernadero (GEI), que al absorber y emitir radiación infrarroja, provocan un incremento en la temperatura media en la superficie de la Tierra, cuando se presentan en grandes concentraciones, desencadenando alteraciones importantes en los ecosistemas y en el ambiente, en general.