Género

La crisis climática afecta desproporcionadamente a personas en situación de vulnerabilidad, entre ellas, a mujeres y niñas. Aunado a esto, cuando en ellas operan juntas otras formas de desigualdad, su edad, sus preferencias sexuales, su grupo étnico, si son migrantes o si tienen alguna discapacidad, los efectos adversos asociados al cambio climático influyen de manera desfavorable en sus medios de vida y su seguridad. Por ejemplo: • Durante las épocas de sequía y precipitaciones las mujeres agrícolas y productoras primarias trabajan el doble para obtener los ingresos. • Cuando ocurren desastres naturales, las mujeres suelen enfrentar mayores dificultades para recibir asistencia. • Además, el trabajo de cuidados no remunerados que realizan, aumenta en procesos de contingencia. Incorporación de la perspectiva de género en la acción climática Resulta indispensable que la acción climática considere la perspectiva de género para evitar profundizar las desigualdades existentes y para contribuir a aminorarlas ¿Cómo? • Elaborar y aplicar políticas climáticas se debe garantizar que las cargas y beneficios asociados se distribuyan de manera equitativa entre hombres y mujeres. • Involucrar a las mujeres en la toma de decisiones climáticas • Diseñar políticas climáticas que estén en sinergia con objetivos transversales relativos a la igualdad de género.